domingo, 29 de marzo de 2009

"PATRIA, SOCILISMO O MUERTE" SEGÚN MIGUEL DE UNAMUNO






Miguel de Unamuno (1864-1936). Escritor español. Fue educado en Bilbao, su ciudad natal, en un ambiente familiar católico y puritano. Los estudios universitarios en Madrid (1880-83) y las lecturas de pensadores europeos (Carlyle, Spencer, Hegel, Marx) contribuyeron a su conversión al ideario racionalista. Desde 1891, año en que ganó por oposición la cátedra de griego en la Universidad de Salamanca, alterno la docencia con una intensa labor periodística. Adherido temporalmente al socialismo, colaboró en el diario bilbaíno La Lucha de Clases. Su primer libro, En torno al casticismo (1895), recoge cinco ensayos, en los que intenta una interpretación del alma española. Hacia 1897 se sitúa una profunda crisis personal y religiosa, fundamental para la evolución de su pensamiento. En 1901 fue nombrado rector de la Universidad salmantina. Confinado en 1924 por sus ataques al rey y al dictador Primo de Rivera, se "evadió" a Paris y permaneció en Hendaya de 1925 a 1930. Al advenimiento de la Republica fue elegido diputado a Cortes por Salamanca

• El día 26 de septiembre de 1936 don Miguel de Unamuno, en nombre de la Universidad de Salamanca, firma una proclama de protesta contra las atrocidades que se atribuyan a aquellos republicanos que pretendían exterminar a sus adversarios antes que ganar la guerra.

• El 12 de octubre de 1936 se celebraba en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el Día de la Raza, aniversario del descubrimiento de América por Colon.

• A dicho evento asistió José Millán Astray, escoltado por “legionarios” armados con metralletas. Se le recuerda como el primer Teniente Coronel del Tercio de Extranjeros, cuerpo de voluntarios a semejanza de la Legión Extranjera Francesa; además, como conferenciante y comentarista radiofónico durante la Guerra Civil. Uno de los instigadores de la subida del general Franco a la Jefatura del Estado del gobierno de Burgos y uno de los creadores del mito de Franco como Caudillo. Entonces, varios oradores soltaron consabidos tópicos acerca de la “anti-España”. Se produjo un silencio mortal y unas miradas angustiadas se volvieron hacia Unamuno.

• Un indignado Unamuno, que había estado tomando apuntes, se puso de pie y pronunció un apasionado discurso: "Acabo de oír el grito negrófilo de "¡Viva la muerte!...."Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización…. "Se ha hablado aquí de guerra internacional. Pero, no, la nuestra es solo una guerra incivil (...) “Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión (...) “ El general Millán Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello desearía una España mutilada..."

• Millán Astray irrumpió a gritos .... ¡El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos [a sus disidentes], cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí!... Furioso, Millán grito: "¡MUERA LA INTELIGENCIA!

• Unamuno concluyó: "¡Éste es el templo de la inteligencia! Estáis profanando su sagrado recinto¡ Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho.".

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