lunes, 8 de febrero de 2010

REALIDAD FICTICIA Y FASCISMO

Por: Humberto García Larralde*

“…son focos fascistas”*

(Hugo Chávez, en referencia a las protestas estudiantiles, 5/02/2010)



Nadie mejor que GEORGE ORWELL para explicar la perversión del lenguaje bajo los regímenes totalitarios.

En su obra, 1984, el “doble-habla” del Estado omnipresente convierte los conceptos en sus contrarios para crear un ambiente de referentes únicos e inapelables a favor del poder. Las tres consignas del partido exhibidas por el “MINISTERIO DE LA VERDAD”, donde trabajaba Winston, protagonista de la historia, rezaban:




GUERRA ES PAZ
LIBERTAD ES ESCLAVITUD
IGNORANCIA ES FORTALEZA

El presidente Chávez ha contribuido mucho al desarrollo de este “neo-habla” Orwelliano, herramienta crucial para envolver las percepciones de sus partidarios en una “realidad” ficticia que culpabiliza a los adversarios del fracaso de su gestión, e impide todo diálogo con ellos en busca de los consensos necesarios para resolver los problemas del país.

Ramiro Valdés y Raúl Castro
Así, LA “SOBERANÍA” Y LA “PATRIA” CHAVISTA, encubren el dominio cubano sobre el país para despojarnos de nuestras riquezas, bajo el tinglado de un conjunto de negocios chimbos.

LA “DEMOCRACIA” BOLIVARIANA justifica la criminalización de la protesta, el cierre de medios de comunicación independientes y la burla de la voluntad popular que negó el cambio constitucional el 2 de diciembre de 2007.


EL “PODER POPULAR” designa la destrucción de los mecanismos de representación popular municipal, regional y nacional, como la eliminación de toda organización social autónoma, para sustituirlas por órganos “comunitarios” que reciben órdenes de Chávez.

LA “JUSTICIA” disfraza la discriminación odiosa de quienes discrepan del evangelio chavista y la “oligarquía” se refiere al pueblo que reclama sus derechos.

La última expresión de tan creativo despliegue del idioma fue llamar a los estudiantes que han estado protestando pacíficamente en todo el país contra la confiscación de sus derechos, “fascistas”.

Lamentablemente, la banalización de este término por parte de la izquierda, luego de la II Guerra Mundial, permite a quien hoy resucita prácticas fascistas en sus ansias desmedidos de poder, descalificar con esta designación a quienes defienden:

la democracia liberal,
los derechos humanos,
la libertad de opinión y expresión, y
la generación de oportunidades de trabajo productivo a través de la iniciativa privada.



Humberto García Larralde, economista, profesor de la UCV. (Cont…véase siguiente entrada; fuente: vía internet) Leer más...

FASCISMO REAL Y SIN FICCIÓN

CHÁVEZ : ¡´TAS PILLAO!


Por: Humberto García Larralde* (viene de entrada anterior)

[...]  el fascismo fue un fenómeno real, incontrovertible, cuyas características principales conviene recordar para poner las cosas en sus justos términos.

El fascismo legitimó sus aspiraciones de poder absoluto apelando a mitos fundacionales que justificaban la división de la sociedad entre un “nosotros” –patriotas- y los “otros”, enemigos de la patria, contra quienes se desplegó una campaña de odios que justificó la negación de sus derechos. Estos “enemigos” eran acusados de cumplir los designios de potencias imperialistas que amenazaban las conquistas del pueblo (volk), obligando a la militarización del país “en su defensa”.

La violencia desatada contra ellos, por escuadras partidistas (squadristi) uniformadas con camisas de un mismo color, se convertía en una de las máximas expresiones del “hombre nuevo”, que debía sacrificar todo por la “revolución fascista”:

“Todo dentro del Estado; nada fuera de él”
(B. Mussolini).

El culto a la personalidad justificó la destrucción del Estado de derecho, para enseñorear como verdad única la del líder:

“el pueblo soy yo”.

En nombre de ese “pueblo” se apresaba al disidente para luego buscar el “delito” con el cual inculparlo.

Finalmente, la muerte se convirtió en instrumento de “limpieza” en ese terrible afán por la reingeniería social: sólo merecen quedarse los “buenos”, los “patriotas” -¡Patria, Socialismo o Muerte!.

Los sicólogos hablan de “proyección” cuando se atribuye a otro(s) los rasgos de uno.


Presidente Chávez, ¿Quién es el fascista?

¡’Tas pillao!

*Humberto García Larralde, economista, profesor de la UCV. (Fuente: vía internet) Leer más...