El 21 de abril de 1671, el Príncipe de Condé, caído en desgracia después de haber participado en la rebelión nobiliaria de la Fronda contra Luis XIV y al borde de la ruina, invita al Rey y a toda su corte de Versalles (3.000 convidados) para escenificar una reconciliación estratégica.
Esta recepción –que llegaría a costar 50.000 escudos reales- debería marcar por completo el retorno en gracia y el perdón de Luis XIV. Su organización estuvo a cargo de Franccois Vatel.
Durante ese mismo banquete el cuerpo del consumado perfeccionista Vatel, fue encontrado por un ayudante que fue a avisarle que el pescado había llegado. Se presume que, enloquecido por la tardanza del pescado, se suicidó atravesándose una espada.
10 años antes Vatel, como maestro de ceremonias ya había organizado una grandiosa y suntuosa fiesta para el Rey, seguida de un cena de ochenta platos, treinta mesas de buffet y cinco servicios de faisanes, codornices, perdices…todo servido en una vajilla de oro macizo creada expresamente para la Familia Real junto a otra de plata para el resto de la corte.
Cerca de ochenta y cuatro violines interpretaron obras de Jean-Baptiste Lully -compositor favorito del rey-, entra las cuales se escenificó “Les Fâcheux”, una comedia-ballet fruto de la colaboración entre Molière y Lully, compuesta para la ocasión.
“LO RICO DE SER RICO” [*]
Hace un mes lo comentó Nelson Bocaranda en sus Runrunes. Hace un par de semanas, Miro Popic volvió sobre el tema en Tal Cual. También La Revue du Vin de France reportó la muy revolucionaria cena en París de un grupo de compatriotas, de esos que dicen ser “socialistas”:
“El restaurante La Tour d'Argent se revolucionó con la orden de terminar la cena con un vino Petrus, cosecha 1982.
17.000 euros costó la botella. Es decir, unos 57.800 bolívares fuertes; o 136 millones de bolívares de los viejos
¿Qué pensarán -o qué sentirán- esos revolucionarios cuando su máximo líder se desgañita profiriendo insultos a la burguesía, dice que "ser rico es malo"? “Que los ricos son unos animales”
Malo es ser rico robando a la nación, haciendo negocios turbios o cobrando peajes, comisiones y matracas.
*Tomado de Carolina Jaimes Branger. El Universal 09-06-09
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