Fuente: HINTERLACES
Agencia Venezolana de Inteligencia
Monitor socio-político
Estudio cuantitativo y cualitativo
Informe final
1º de Junio 2009
Agencia Venezolana de Inteligencia
Monitor socio-político
Estudio cuantitativo y cualitativo
Informe final
1º de Junio 2009
Internamente, el oficialismo ha denominado esta etapa de profundización del socialismo como “La Gran Guerra Patria”, dentro de una Estrategia basada en la “Revolución Permanente” (tres
pasos adelante y un paso atrás).
Consiste en profundizar la “ideologización” del proceso:
pasar de la dimensión social a la dimensión revolucionaria del discurso presidencial
pasos adelante y un paso atrás).
Consiste en profundizar la “ideologización” del proceso:
pasar de la dimensión social a la dimensión revolucionaria del discurso presidencial
acentuar el desprestigio de los medios como intérpretes de la realidad,
personalizar el debate político alrededor de la figura del jefe de estado y
decapitar cualquier posibilidad de aparición de un líder alternativo,
exacerbar el conflicto de clases y la división,
anular y someter a la empresa privada y militarizar el gobierno.
Igualmente, resulta imperativo la construcción de una nueva institucionalidad
basada en una línea de poder totalitaria conformada por el Ejecutivo, las Vice-Presidencias Regionales, el Poder Comunal y la Reserva Militar.
… esta arremetida ideológica y estatista se inicia en medio de la tercera “crisis
hegemónica del chavismo”. La primera ocurrió en el 2003 con la huelga nacional. La segunda en el 2007 con el cierre de RCTV y la derrota electoral de la Reforma Constitucional. Y ahora, en el 2009, con la crisis fiscal del petro-estado y la radicalización de la revolución. En todas estas crisis, la influencia del liderazgo presidencial se ha debilitado profundamente, perdiendo sintonía con el marco de valores y las demandas de la mayoría de los venezolanos.
Adicionalmente, las fuerzas revolucionarias se encuentran divididas y confrontadas con respecto a la visión y evolución del proceso, a la vez que aparecen preocupantes señales de desmotivación y desmovilización en la militancia chavista, cada vez más descontenta y desconcertada, sin capacidad de movimiento fuera del escenario electoral.
Se confirma una vez más que la propuesta ideológica del presidente Chávez y su visión de la sociedad no es popular y genera rechazos mayoritarios, pues lo popular es su discurso humano y social.
Chávez, más que un líder político, es un predicador y un redentor, que convoca a los pobres por su propuesta de inclusión social pero no por sus ideales revolucionarios.
En este contexto, se ha producido un cambio dramático en la correlación de fuerzas en Venezuela que coloca al chavismo como una minoría política y social (41%), frente a una nueva mayoría democrática y policlasista (59%).
El reto está en construir una alternativa democrática, portadora de una oferta superior de inclusión social y un discurso-lenguaje diferenciado y singular, inspirador y confiable, que profundice la ruta electoral y descarte definitivamente la opción insurreccional. También debe acompañar a los movimientos sociales en sus luchas reivindicativas, resignificando su impacto en el sentido de que apunten al desmoronamiento de la evaluación positiva de la
gestión presidencial y en consecuencia quebranten la fe en el líder.
O.S.
basada en una línea de poder totalitaria conformada por el Ejecutivo, las Vice-Presidencias Regionales, el Poder Comunal y la Reserva Militar.
… esta arremetida ideológica y estatista se inicia en medio de la tercera “crisis
hegemónica del chavismo”. La primera ocurrió en el 2003 con la huelga nacional. La segunda en el 2007 con el cierre de RCTV y la derrota electoral de la Reforma Constitucional. Y ahora, en el 2009, con la crisis fiscal del petro-estado y la radicalización de la revolución. En todas estas crisis, la influencia del liderazgo presidencial se ha debilitado profundamente, perdiendo sintonía con el marco de valores y las demandas de la mayoría de los venezolanos.
Adicionalmente, las fuerzas revolucionarias se encuentran divididas y confrontadas con respecto a la visión y evolución del proceso, a la vez que aparecen preocupantes señales de desmotivación y desmovilización en la militancia chavista, cada vez más descontenta y desconcertada, sin capacidad de movimiento fuera del escenario electoral.
Se confirma una vez más que la propuesta ideológica del presidente Chávez y su visión de la sociedad no es popular y genera rechazos mayoritarios, pues lo popular es su discurso humano y social.
Chávez, más que un líder político, es un predicador y un redentor, que convoca a los pobres por su propuesta de inclusión social pero no por sus ideales revolucionarios.
En este contexto, se ha producido un cambio dramático en la correlación de fuerzas en Venezuela que coloca al chavismo como una minoría política y social (41%), frente a una nueva mayoría democrática y policlasista (59%).
El reto está en construir una alternativa democrática, portadora de una oferta superior de inclusión social y un discurso-lenguaje diferenciado y singular, inspirador y confiable, que profundice la ruta electoral y descarte definitivamente la opción insurreccional. También debe acompañar a los movimientos sociales en sus luchas reivindicativas, resignificando su impacto en el sentido de que apunten al desmoronamiento de la evaluación positiva de la
gestión presidencial y en consecuencia quebranten la fe en el líder.
O.S.
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