A COMER PIEDRAS
Por: Miro Popic / TalCual 08-08-10
Prepárense. Dentro de poco comeremos piedras. Así lo anunció el comandante con esa rabia de siempre a la que nos tiene acostumbrados. [Ver: http://www.youtube.com/watch?v=oatQO69O_o0]
Las piedras en la cocina son tan antiguas como la cocina misma. No para comerlas, claro está, sino como elemento integral de los sistemas culinarios y la representación simbólica vinculada al imaginario [...] La piedra simboliza lo imperecedero y el poder de las divinidades. Con lascas se construyeron las primeras armas [...] surgieron las chispas que dieron origen al fuego y por ende a la cocina, [...] Los primeros morteros donde se molieron los ingredientes de las recetas originarias fueron de piedra, así como los utensilios donde se prepararon los primeros alimentos.
En el sur de nuestro continente el cocinar con piedras tiene un significado positivo [...] en las culturas aymara y chilote, [...] la piedra es el principal fondo de cocción: la calapurca y el curanto. La calapurca es una preparación corriente en el mundo aymara (Perú, Bolivia, norte de Chile). Según el Diccionario de la lengua aymara de Bertonio, se trata de "piedra calentada al fuego, con que cuecen carnes y otras cosas". El curanto es una antigua forma de cocinar utilizada por los pueblos del sur de Chile y se define como "cocinar alimentos mediante piedras calientes". También la emplean los pueblos polinesios y los rapa nui de Isla de Pascua.
La calapurca es una síntesis del universo andino y del mestizaje, donde están presentes el maíz, la carne de alpaca, la papa y el rocoto, mezclado con productos hispanos como pollo, cebolla, ajo, cilantro, etc. "Ese conjunto desmenuzado de carnes, verduras y cereales es una suerte de síntesis de la historia aymara, de su pasado precolombino, colonial y actual que nada en un caldo coronado por una piedra al rojo vivo, por un elemento de la naturaleza (el único que no se cultiva ni domestica del plato) que sin embargo es "cultural" en la medida que representa los espíritus nunca desaparecidos de los primeros y fallidos seres humanos", según explica Sonia Montecino Aguirre.
La definición de curanto explica que se trata de un "cocimiento de mariscos, otras carnes, panes de papa y legumbres a base de vapor. Se prepara un hoyo, de uno o más metros de diámetro, el cual es rellenado con bolones, sobre los cuales se hace fuego hasta que las piedras quedan al rojo vivo. Se despeja los tizones y sobre esa base de calor se vierten alimentos, los que son cubiertos con hojas, especialmente de pangue y lonas o tepes como cubiertas, evitando que se escape el vapor. La cocción dura aproximadamente una hora y los alimentos se consumen en el mismo sitio". En este caso las piedras son una fuente de cocción que no roza los alimentos, los productos son dispuestos por capas separadas y a su vez por grandes hojas.
En México existe una sopa de piedras y viene de los tiempos antiguos, incluso antes de que existiera la cerámica. Lleva piedras, mariscos vivos y pescado fresco, almejas, ostiones, sardinas, caracoles y hasta langosta, más cebolla, chiles, epazote, pimienta, etc. Las piedras no son para comer sino para cocinar la preparación. Se calientan a 300 grados y luego se ponen en el interior hasta que los ingredientes comienzan a sudar formando un caldo concentrado delicioso. Hay constancia de esta preparación del año 1.200 a.C.
Donde sí comen piedras es en África. No lo hacen por placer sino por enfermedad. Se conoce como pica y afecta especialmente a las mujeres cuando tienen carencia de hierro, calcio y otros minerales. En Nairobi se encuentran en los supermercados en la sección de las especias, en bolsitas de plástico de 100 gramos. Dicen que son buenas para los vegetarianos. Son las mujeres quienes comienzan a comer piedras durante el embarazo. [...] afirma que "la ingesta es peligrosa y poco saludable, puede provocar no sólo bloqueos del intestino ciego, sino también ocasionar lesiones en las paredes del estómago, espesamiento de la sangre y alta presión".
Honestamente creo que esta amenaza de comer piedras no es para preocuparse tanto. Ya sabemos lo que pasa con la comida que importa el gobierno y aunque las piedras no se pudren, no alcanzarán para todos.
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