domingo, 18 de julio de 2010

MITOS-MANIAS (2) AMOR RESURRECTO



¡POR FIN JUNTOS!


Por: Roldán Esteva Grillet
(Fuente: Internet/comunicac.pers.)

Qué tierno. Un final de telenovela. Por eso el Ché afirmaba que al revolucionario lo guían grandes sentimientos de amor. Ante la barahunda de malas noticias que nos aturden el juicio y nublan la vista, algo realmente bonito, como para soltar una lagrimita de felicidad. A quienes la perversa oligarquía quiso ver separados, hoy reposan juntos en el Panteón, a la vista de todos porque su amor era puro aunque no conforme con las leyes morales de una iglesia troglodita.

Su primera reacción, apenas supo que su gran amor había sido asesinado (no se sabe todavía si con cianuro o ante el paredón), ella –presa de la desesperación- quiso morir a lo Cleopatra: picada de un áspid. La salvaron pero ya no hubo más paz en su cuerpo ni en su alma; y cuando el asesino intelectual regresó al poder, fue vilmente calumniada y echada del país donde habían sido felices. Muerta ya vieja y apestada, la cremaron con todo y sillas de ruedas.

¡Qué inquina hasta con sus restos! Y con ella, los papeles que le guardaba con tanta devoción. Ahora está nuevamente a su lado y para siempre, si bien por medio de unas tierritas que trajeron de Paita.


Pero ya empiezan a murmurar de nuevo, dizque es para tapar no sé qué escándalo que no fue el vivido por su amor, y que los perros, tan delicados de olfato, echan tierrita con sus patas traseras sobre lo que acaban de deponer.

Miranda en la Carraca (A.Michelana)
¡Qué infamia! Ahora ella, sirviendo para tapar suciedades y pestilencias ajenas. Qué no dirán cuando lleguen los restos de Miranda, o cuando Correa nos traiga los de Sucre [...] 

[...] De aquí a unos años, alguien moverá el cofrecito con la tierra de Paita, porque estorba al ceremonial, las arenas se caerán al piso, las barrerán como sucio irreverente ante El Libertador, y las lagrimitas de felicidad vertidas hoy se habrán secado, venturosamente.


Ojalá sea antes de que traigan a Daniel “el travieso” Ortega, como orador de orden del 5 de julio, porque es capaz de jurungar morbosamente el cofrecito y paseárselo por entre las piernas. Díganme cuando le toque el turno al exobispo gozón, al padrote Lugo. Lo acusarán de un embarazo extópico y necrofílico. O venga Evo con su cuento de que esa hembra con arrestos de varón, había interrumpido su dieta de pollo cuando se enamoró del susodicho…


Ya lo escribía la gran poetisa mexicana Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón, / sin ver que sois la ocasión / de lo mismo que culpáis

Sor Juan Inés de la Cruz

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