“Si tú te levantas a las tres de la mañana para ir al baño, compadre, ¿por qué hay que prender ese poco de luces? Ponga la linterna ahí, en la mesa de noche”, recomendó el presidente Hugo Chávez a los venezolanos cuando anunció las medidas para ahorrar por lo menos 20% de electricidad ante la grave crisis energética que está provocando cortes de luz en todo el país.
Por: Laureano Márquez
TalCual 06-11-09
La última instrucción que hemos recibido es el uso de la linterna para las micciones nocturnas.
Se agradece el consejo pero se ve que quien lo formula no lo practica. Quizá las damas puedan hacerlo sin mayor problema, pero para un caballero es sumamente dificultoso sostener con una mano la linterna y con la otra hacer lo indispensable para que el instrumento requerido pueda ser extraído sin complicación del lugar habitual de su alojamiento y encima afinar puntería.
Adicionalmente se corre el riesgo de que en un descuido de impericia la linterna vaya a parar a la poceta.
No es nuestro propósito enmendarle la plana al proponente, sino por el contrario contribuir con el plan de ahorro fomentado desde las más altas instancias, ofreciendo nuevas y mejores posibilidades.
Una solución es que los caballeros comiencen a miccionar como las damas, esto es, sentados, con lo cual los problemas antedichos quedan resueltos.
Una solución es que los caballeros comiencen a miccionar como las damas, esto es, sentados, con lo cual los problemas antedichos quedan resueltos.
Jan Svankmajer (Praga)
Pero como muchos hombres, víctimas de ese machismo anacrónico que nos gobierna, se negarán a hacerlo, ofrecemos otras maneras:
Una opción interesante es la de usar linternas de pinzas. De esta forma, el usuario puede fijar la linterna allí, en el aparato mismo con la ventaja de disponer de ambas manos para desarrollar la micción con seguridad y destreza. La linterna, con este método, siempre iluminará hacia donde tiene que hacerlo.
Una opción interesante es la de usar linternas de pinzas. De esta forma, el usuario puede fijar la linterna allí, en el aparato mismo con la ventaja de disponer de ambas manos para desarrollar la micción con seguridad y destreza. La linterna, con este método, siempre iluminará hacia donde tiene que hacerlo.
Otra posibilidad es volver al pato que conocieron nuestras abuelas, para el caso de las damas, o el vaso de noche, llamado también con el sonoro nombre de “bacinilla”, para los caballeros.
La bacinilla y el pato pueden colocarse debajo de la cama o junto a ella, claro que hay que tener el cuidado de que no se vayan a voltear en la penumbra de la alcoba, porque eso va a generar gastos de agua y luz adicionales.
En tubacinilla.com hay económicos modelos en peltre tanto de bacinillas como de patos, con logos y mensajes alusivos a los avances extraordinarios de estos tiempos, para que la gente se anime a la hora de cumplir la micción que la patria le encomienda .
Otra opción es la de ofrecer la distribución gratuita de pañales ecológicos que las ciudadanas y ciudadanos pueden colocarse a la hora de dormir, de manera que ni siquiera tengan que levantarse en la noche con el consiguiente ahorro de calorías.
También se podría organizar micciones colectivas, que hacen honor a la construcción del Socialismo del Siglo XXI, para que se establezca un horario en el cual los miembros de la familia hagan aguas a la misma hora, esto facilita el uso de la linterna puesto que pueden alumbrarse los unos a los otros y encima usar una sola carga de agua del tanque de la poceta para todos.
Una opción extrema, pero que fomenta el autocontrol tan requerido en estos tiempos, es la de aguantar las ganas hasta que amanezca. Esto es válido mientras no comiencen las regulaciones de luz solar y el Gobierno decrete la ampliación de la noche.
Que no se diga, pues, que estamos re-nuentes y que no queremos colaborar ofreciendo ideas originales para una Venezuela mejor.
Hasta la totuma siempre…
Linterna, bacinilla o muerte… mearemos.
(Praga)
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