Agencia Venezolana de Inteligencia
Monitor socio-político
Estudio cuantitativo y cualitativo
Informe final
1º de Junio 2009
Hay que identificar los sistemas morales básicos que soportan las visiones de país y de sociedad para elaborar un discurso articulado y un lenguaje corporativo eficaz.
Son marcos de referencia (“inconsciente cognitivo”) que nos permiten construir nuestras ideas, opiniones y emociones. Es el “sentido común”.
Cuando se oye una palabra, se activa en el cerebro sus marcos de referencias.
Cambiar la manera de ver el mundo requiere de marcos diferentes y por tanto de un nuevo lenguaje.
Pensar diferente exige hablar de un modo diferente. Si discutes con el adversario, no utilices su lenguaje porque eliges su marco.
Hay que entender el “poder de nombrar que es el de empotrar cada denominación en un marco colectivo de valores y sentimientos.
Ese lenguaje estructurado y singular, con sus implicaciones morales y emocionales, tiene el poder de definir las realidades una vez que la comunicación les otorga presencia, las reitera y las posiciona.
Por eso, hay que dotarse de un lenguaje propio, coherente, agresivo y afirmativo (gramáticas, símbolos, metáforas, experiencias, sensaciones y evocaciones) que nos permita darle sentido a los asuntos públicos, utilizando el sistema de valores y sentimientos compartido por la mayoría de los venezolanos.
Un liderazgo carismático no se derrota enfrentándolo con otro líder carismático ni con un “héroe”. Se derrota cuestionando el marco moral en que se sustenta su discurso.
Se derrota confrontándolo, desde una oferta superior, con lo que realmente son los valores y principios de la sociedad venezolana.
La lucha política es una lucha simbólica, una lucha por la interpretación.
No hay que derrotar a Chávez, hay que derrotar su aparato de propaganda